Estudios en psicología educacional han demostrado que para una educación de calidad es imprescindible el desarrollo personal de todos los implicados en el proceso educativo. Para este desarrollo personal, el auto-conocimiento es muy relevante.
Una de las maneras para lograr este desarrollo, puede ser mediante la práctica del yoga en el contexto escolar, usando los asanas, respiración y la meditación. Claramente la perfección de las posturas no es relevante pero si la concentración, la atención y todos los beneficios que trae consigo la práctica regular del yoga, no sólo individualmente, sino también el efecto que tiene en las relaciones personales.
Les dejo acá fragmentos de un texto de yoga en educación:
El Yoga tiene como principal objetivo el desarrollo del Ser Humano en su aspecto físico, mental, emocional y espiritual.
Una clase de yoga dentro del contexto institucional, en cualquiera de estos niveles educativos, afecta positivamente al alumno, al docente, a la relación entre ambos y al proceso de enseñanza-aprendizaje.
El Yoga tiene efectos positivos en toda la comunidad educativa. Da lugar a un espacio de calma y buenas relaciones, fundamental para una educación exitosa.
Los alumnos mejoran su estado físico, mental y emocional. Así pueden incorporar los nuevos contenidos naturalmente; comprendiendo, analizando, reflexionando, aprendiendo de un modo integral.
El docente puede vivenciar los efectos manteniendo en el aula un ambiente de respeto y tranquilidad. Esta experiencia favorece su relación con los alumnos y le permite dedicar más tiempo a la enseñanza de los contenidos que a la puesta de límites, sin desgastar su salud física, mental y emocional.
Partiendo del trabajo interior, cada individuo se conoce, se modifica y evoluciona; al ponerse en contacto con otros ejerce su influencia positiva y transformadora. De este modo, la evolución individual se convierte en evolución social.

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